Casualmente, fue en 2015 cuando fundamos candelTEC, año que había sido declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas “Año Internacional de la Luz y las Tecnologías basadas en la Luz”. A nosotros nos viene bien esta coincidencia, dado que trabajamos con la luz: midiendo su intensidad, distribución o cromaticidad en productos industriales empleados en múltiples aplicaciones.
Hoy, 16 de mayo, celebramos el Día Internacional de la Luz, conmemorando el aniversario de la puesta en funcionamiento del primer láser por parte de Theodore Maiman en 1960. En este día (o más bien en fechas cercanas a este día), son muchas las actividades y eventos que se celebran en todas partes del mundo para dar a conocer las investigaciones y aplicaciones tecnológicas relacionadas con la luz: conferencias, demostraciones, concursos, premios, ferias… (https://www.diadelaluz.es/).
Es una buena excusa para recordar los muchísimos ámbitos de aplicación de las tecnologías ópticas y fotónicas en nuestras vidas. Sin pretender dar una lista completa, podemos encontrar innumerables aplicaciones en campos como la energía, salud, herramientas de fabricación, dispositivos de sensado, comunicaciones y, cómo no, la iluminación.
La iluminación constituye uno de los ejemplos más directos e intuitivos cuando hablamos de óptica y fotónica, de investigaciones y aplicaciones relacionadas con la luz. Además, en los últimos años ya no nos limitamos a la generación y la manipulación de la luz. Desde que se demostró la existencia de células sensibles a la luz que no participan del proceso de la visión, sino que sirven para la regulación, entre otros, de los llamados ritmos circadianos, se ha incrementado enormemente el alcance de las investigaciones vinculadas a la percepción (visual o no) de la luz y los efectos que pueden causar en las personas.
La iluminación nos envuelve en prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida, tanto la natural como la generada artificialmente, nos acompaña sin que la valoremos en la gran mayoría de los casos, salvo cuando es deficiente. Deficiente por escasa o mal distribuida. Deficiente también por exceso: deslumbradora, inapropiada e incluso innecesaria.
Queríamos contribuir en el Día Internacional de la Luz
con este post, con el fin de destacar la importancia de disponer de una buena iluminación
para la realización de las actividades que a diario desarrollamos: niveles de iluminación adecuados, ausencia de deslumbramientos, contrastes que faciliten la percepción del entorno, eficacias razonables y atención al color de la luz, a su composición espectral. Y no olvidemos considerar el entorno en el que vivimos y que deberíamos conservar. A veces también hay que apagar la luz.
Y sirva también este post, para desearos desde candelTEC, un Feliz Día Internacional de la Luz.